Los grandes hombres son hombrecillos

‘BERLUSCOÑISMO’. El fin de una época, el fin de la era del bótox, del bótox político. Escribo sobre Silvio Berlusconi, el cavaliere apeado. Berluscoñi, referido a la coña y su variante sexual. Miles de italianos se avergüenzan de que este casanova injertado haya dirigido Italia como un sex shop. Cientos de miles lo han votado, es posible que lo vuelvan a votar. Momificado, gobernará otra vez.

MONSTRUO. La maldición de la momia, El regreso de Frankestein. Cualquier película clásica de monstruos augura la resurrección. Desconfío de que Berluscoñi se conforme con el retiro, y la cárcel

‘DEVÓTOX’. Devotos del bótox.

TINTE. Asombroso Mariano Rajoy. Aún no ha recurrido al bótox, aunque sí al político, otra forma de parálisis, si bien parece que se le haya ido la mano con el Grecian 2000. Pelo marrón, barba canosísima. Cuidado con abusar del bote.

INTERCAMBIO. Para tensar más Europa, Yorgos Papandreu debería ser destinado a Italia y Berlusconi a Grecia. ¡Grecian 2000! Las culturas clásicas saben de estatuas desmembradas y adonis mutilados, saber convivir con la ruina.

IRRESPONSABLE. Javier Solana mató con un tuit aguadañado a Ariel Sharon. ¿Cómo se puede ser tan irresponsable? Sharon sigue en coma, en suspensión. La ligereza del tuit. Solana fue el jefe de casi todo, el emperador de la diplomacia. Se ha ido de la lengua en 140 caracteres. Toda una vida de silencio para fastidiarla con el mensaje parlanchín, con la indiscreción del bocazas. Ha sido una noticia que ha pasado con patitas blancas por la mullida alfombra de los diarios.

SABELOTODO. Uno de esos economistas que pululan por las radios con ideas cancerosas se la juega con otros contertulios a que Grecia dejará el euro. Y no será un dracma. Eso no lo dice él porque, según sus vaticinios, el humor ha muerto. Al menos, el suyo.

BURRO. “Un error del Gobierno irlandés infló su deuda en 3.600 millones” (El Periódico de Catalunya).

RÉCORD. España, una vez más a la vanguardia de Europa: 22% de paro.

BÍCEPS. En la calle veo a un hombre con unos bíceps enormes, como las mazas de unos jamones. Los problemas comienzan cuando los bíceps son más grandes que las cabezas.

DINERO. Los que ingresan pasta con la crisis son esos enterradores –antes conocidos como economistas– que lanzan paladas de tierra sobre el ataúd cuando el enfermo aún está vivo. Escriben libros, artículos, se contradicen, hablan, hablan y seguimos escuchándolos con oídos de cera.

PEQUEÑO. Confiamos en grandes hombres que han resultado ser hombrecillos.